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ANALFABETISMO DIGITAL: GRAN DESAFÍO DEL TRABAJO REMOTO DE LAS CAJs PARA GARANTIZAR EL ACCESO A LA JUSTICIA

Según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, ya en 2017 ocho de cada 10 hogares en Chile tenía acceso a Internet, un estándar que va de la mano de una dolorosa brecha digital pues mientras en los hogares con niños o jóvenes entre 5 a 24 años ese acceso llegaba a 94%, en los hogares compuestos exclusivamente por personas de 65 años o más llegaba sólo al 54,6%. Y para los casos de conexión móvil y uso de internet a través del celular, los datos son mucho más alarmantes: sólo 46,5% la tiene.

Para la FENADAJ, durante los últimos tres meses de trabajo remoto de sus más de dos mil funcionarios, estos datos se han transformado en un gran desafío para hacer accesible la justicia a los más necesitados debido a que a éstos se suma un tercer factor: el analfabetismo digital. 

«El principal motivo, además de la calidad de la accesibilidad a internet y/o datos móviles, es el analfabetismo digital de los usuarios, una deuda evidente de la administración pública hacia los sectores más vulnerables, «quienes son justamente los que más requieren del servicio que brindamos y que no solamente está representado mayoritariamente por la tercera edad, sino también por las mujeres, migrantes, niños y jóvenes», explicó Claudia Fachinetti, presidenta de la FENADAJ. 

Barrera tecnológica

Una de las dificultades que está mostrando el trabajo remoto en los servicios públicos «es conciliar la tecnología con las personas. No todos tienen las habilidades tecnológicas hoy en día, por ende, ha sido un tremendo desafío lograr una comunicación eficiente y eficaz con nuestros usuarios», enfatizó Gabriela Opazo, de la Oficina de Defensa Laboral Metropolitana.

Este analfabetismo digital se ha traducido, a juicio de la dirigente de la FENADAJ Andrea Moscoso, en que los funcionarios administren su tiempo de atención a los usuarios considerando una nueva variante: el proceso de instrucción para el uso del sistema. «Enseñar a subir documentos, llenar formularios, reenviar correos electrónicos e incluso, aprender a usar zoom, team u otro tipo de herramientas ha sido un reto desafiante.

De tutoriales a clave única

«Muchos de nuestros asociados han dejado constancia de que parte de las nuevas tareas que se deben asumir con el trabajo remoto está el hacer verdaderos tutoriales para ayudar a los usuarios a enfrentar el sistema, paso a paso, incluyendo desde cómo obtener la clave única hasta subir un documento. Ha sido particularmente desafiante -aunque satisfactorio cuando se logra- con la tercera edad y con quienes no tienen un red de apoyo familiar para acceder al sistema en forma remota», agregó Claudia Fachinetti, al enfatizar que, pese a los esfuerzos, hay comunas, como la localidad de Carmen, en la Octava Región, que no tienen acceso a Internet, lo que significa que no estamos llegando a todos las/os usuarias/os».

Para la secretaria general de la FENADAJ Jéssica Valenzuela, el fondo del tema con casos como la localidad de Carmen evidencian que «no hay acceso universal a la justicia si el Estado no garantiza el acceso a Internet. Esta barrera está dejando a mucha gente al margen del servicio de acceso a la justicia», insistió.

Efecto invisibilización

Afirmación ratificada por Fachinetti, para quien «lo riesgoso es que la gente que no logra acceder al sistema digital, remoto, por computador o celular, queda invisibilizada porque simplemente no puede comunicarse como lo hacía antes, cuando iba presencialmente a nuestras oficinas de atención a público. Ello lo confirma la baja en los ingresos. Estamos entre 60% a 70% de lo que se atendía el año pasado, lo que significa que hay entre 30% a 40% de usuarias/os que no han podido llegar por el analfabetismo digital».

Para Milyng Chau, directora de FENADAJ, «la pandemia ha dejado en evidencia las falencias que el Estado muestra en varios frentes, uno de ellos, el analfabetismo digital, que atenta contra el acceso a la justicia debido a la falta de herramientas digitales de la población más vulnerable», dice al rescatar la voluntad de los funcionarios de las CAJs que pese a las dificultades, han decidido dedicarle a sus usuarios los tiempos que sean necesarios para lograr el objetivo de defender sus derechos, «aunque para muchos eso signifique no lograr los objetivos sobre número de atenciones, por ejemplo», enfatizó.

Fuente: Subsecretaría de Telecomunicaciones. 2017.

APP «JUSTICIA EN TUS MANOS»:
Pensando en facilitar el acceso a los trámites virtuales de los usuarios con mayores dificultades de alfabetizo digital es que la FENADAJ acogió la propuesta presentada por Paola Labbe, abogada y dirigente Nacional de Afuncajbiobio, de que a menos clic, mejor usabilidad del sistema. La propuesta tecnológica presentada a las autoridades del Ministerio de Justicia y DDHH plantea el desarrollo de una aplicación (APP) exclusiva para la interacción de los usuarios con el sistema. De esta forma, se busca modernizar a las CAJs y permitir el acceso a la justicia de las personas de escasos recursos.
Durante los últimos tres meses, los más de 2 mil funcionarios de las CAJs han venido desarrollando e innovando en el sistema de atención, de tal manera, de estar más cerca de los usuarios. En ese contexto, explica Labbe, «hemos aprendido sobre las nuevas tecnologías, hemos estudiado y hemos buscado la forma de estar más cerca de las personas con las distintas plataformas».
La aplicación celular propuesta, «que hemos llamado Acceso a la Justicia en Tus Manos, debe tener una interfaz amigable y sencilla para los usuarios», insistió Labbé.

CÓMO FUNCIONARÍA LA APP?:
«Hemos pensado en una bienvenida a la corporación, con un registro que nos permita recabar la información necesaria para la estadística, con un inicio de sesión que busque y proteja la información de los usuarios, con un perfil no público y que considere Inteligencia Artificial de tal forma que la persona ingrese, señale su problema y que la Corporación responda por este vía sobre cuáles son las tareas, orientación y/o apoyos que debiera seguir el usuario según la lógica que entregue la Inteligencia Artificial.
El objetivo de la propuesta es que sea el mismo usuario quien pueda agendar la atención con el profesional, permitiendo también subir documentos, generar un archivo y mantener un chat que mantenga a los usuarios permanentemente comunicado con el profesional.
«Hemos cotizado y esta APP debería salir aproximadamente entre 17 y 15 millones de pesos, para un sistema Android. Creemos que así podríamos aumentar la atención para el 2020, pensando siempre que las personas van a sentir que tienen el acceso a la justicia en sus manos», enfatizó Paola Labbe.